Si alguna vez se ha preguntado de dónde provienen su energía, concentración y resiliencia, gran parte de la respuesta se encuentra en una sola molécula vital: el Nicotinamida Adenina Dinucleótido, o NAD+. Presente en todas las células vivas de su cuerpo - desde el cerebro hasta los músculos -, el NAD+ es un coenzima fundamental que los científicos consideran hoy el pilar esencial de la salud celular y la longevidad.
«La pieza más importante de un sistema complejo: el elemento que lo mantiene todo unido.»
¿Qué es el NAD+?
El NAD+ es un coenzima, es decir, una “molécula auxiliar” que permite que otras enzimas realicen sus funciones vitales. Cumple dos papeles principales y distintos en el organismo:
1. El transportador de energía (un coenzima redox) En el centro de su metabolismo, el NAD+ actúa como un vehículo de transporte de electrones, alternando constantemente entre NAD+ y NADH. Este ciclo continuo es esencial para convertir los alimentos que consume en ATP, la energía que impulsa cada una de sus células.
2. El combustible esencial (un sustrato) Además de su papel energético, el NAD+ también es consumido como fuente de energía por una clase de proteínas críticas para la defensa y reparación celular:
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Sirtuinas: conocidas como los genes de la longevidad, regulan la salud celular, la expresión del ADN y la función mitocondrial. Son totalmente dependientes del NAD+ para funcionar.
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PARPs: son los “primeros respondientes” del ADN. Cuando este sufre daños, las PARPs se activan para repararlo, utilizando grandes cantidades de NAD+ durante el proceso.

Kwon, S. Y., & Park, Y. J. (2024). Function of NAD metabolism in white adipose tissue: Lessons from mouse models. Adipocyte, 13(1), 2313297. https://doi.org/10.1080/21623945.2024.2313297
El gran declive: por qué los niveles de NAD+ disminuyen con la edad
Uno de los hallazgos más consistentes de la investigación sobre el envejecimiento es que los niveles de NAD+ disminuyen de manera constante con el paso del tiempo. Para cuando alcanzamos la mediana edad, los niveles de NAD+ en algunos tejidos pueden ser menos de la mitad de los que teníamos en la juventud.
«En la mediana edad, los niveles de NAD+ en ciertos tejidos pueden ser hasta un 50% más bajos que en la juventud.»
Esta disminución no se debe a una sola causa, sino a una doble amenaza sobre sus reservas de NAD+.
1. Mayor consumo (problema de demanda) A medida que envejecemos, nuestro cuerpo acumula más daños celulares e inflamación crónica de bajo grado. Esto obliga a nuestras enzimas de defensa a trabajar en exceso:
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Las PARPs consumen más NAD+ para reparar el ADN dañado.
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La enzima CD38, uno de los principales consumidores de NAD+, se vuelve más activa con la inflamación asociada al envejecimiento, agotando aún más las reservas disponibles.
2. Menor producción (problema de suministro) La mayor parte del NAD+ se genera mediante un proceso de reciclaje llamado vía de rescate (salvage pathway). Sin embargo, la enzima clave que regula la velocidad de este ciclo - NAMPT - disminuye en cantidad y eficacia con la edad. Esto significa que la capacidad del cuerpo para producir y regenerar NAD+ se deteriora progresivamente.
Cómo el descenso de NAD+ se relaciona con los rasgos distintivos del envejecimiento
La disminución del NAD+ no ocurre de forma aislada; contribuye directamente a varios de los Rasgos Distintivos del Envejecimiento:
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Disfunción mitocondrial: sin suficiente NAD+, las “centrales energéticas” celulares carecen del combustible necesario para producir energía eficientemente.
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Inestabilidad genómica: la falta de NAD+ impide que las enzimas PARP reparen adecuadamente el ADN.
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Detección de nutrientes desregulada: al disminuir el NAD+, las sirtuinas no pueden desempeñar correctamente su papel en la regulación del metabolismo y la resistencia al estrés.
De la ciencia al día a día: así se siente la disminución del NAD+
La ciencia del envejecimiento celular puede parecer abstracta, pero sus efectos se sienten cada día. El descenso progresivo del NAD+ no es solo una estadística de laboratorio: es un cambio tangible en cómo nos sentimos y funcionamos.
- La caída de energía por la tarde: ¿Nota que su energía ya no es tan constante como antes? Sus mitocondrias, responsables de convertir los alimentos en ATP, dependen del NAD+. Cuando sus niveles bajan, la producción de energía se vuelve menos eficiente, provocando fatiga y falta de vitalidad diaria.
- Recuperación más lenta: Ya sea después de un entrenamiento o de un día estresante, la capacidad de recuperarse depende de enzimas alimentadas por NAD+ como las PARPs y las sirtuinas. Con menos NAD+, estos procesos de reparación pierden eficacia, lo que se traduce en una recuperación más lenta.
- Pérdida de agudeza mental: El cerebro es el órgano que más energía consume del cuerpo. Necesita un flujo constante de energía celular para mantener la claridad mental y el enfoque. Cuando el NAD+ disminuye, se reduce este suministro, causando lo que muchos describen como “niebla mental”.
«Todos conocemos los efectos de la disminución del NAD+: la fatiga diaria, la recuperación lenta y la pérdida de claridad mental.»
La red del NAD+: cómo respalda todo su organismo
Apoyar los niveles de NAD+ no se trata de atacar un único problema, sino de reforzar una molécula central que tiene un efecto dominó en todo el cuerpo.

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Salud metabólica: Las sirtuinas dependientes del NAD+ son reguladores maestros del metabolismo. Ayudan a las células a gestionar el uso de energía y a responder al estrés, fundamentales para mantener un metabolismo saludable con el paso de los años.
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Cerebro y función cognitiva: El cerebro exige enormes cantidades de energía. Al favorecer la función mitocondrial, el NAD+ ayuda a mantener la claridad mental, la concentración y la función cognitiva.
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Músculos y rendimiento físico: Los músculos, ricos en mitocondrias, consumen grandes cantidades de NAD+, especialmente durante la actividad física. Niveles saludables de NAD+ son esenciales para la producción de energía, la reparación muscular y la recuperación.
Un enfoque estratégico para restaurar el NAD+
La evidencia científica es clara: mantener niveles saludables de NAD+ es una estrategia fundamental para un envejecimiento saludable. Esto puede lograrse combinando un estilo de vida adecuado con una suplementación dirigida.
1. Apoyo fundamental desde el estilo de vida Sus hábitos diarios influyen directamente en el metabolismo del NAD+.
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Ejercicio físico: tanto el entrenamiento aeróbico como el de alta intensidad estimulan la enzima NAMPT y aumentan la producción de NAD+ en el tejido muscular.
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Restricción calórica y ayuno: reducir la ingesta calórica ayuda a disminuir el consumo de NAD+ y activa las sirtuinas.
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Ritmo circadiano: los niveles de NAD+ siguen un ritmo natural. Mantener horarios de sueño regulares favorece este equilibrio saludable.
2. La ciencia de los precursores del NAD+ La molécula de NAD+ es demasiado grande para ser absorbida directamente como suplemento. Por ello, la ciencia se ha centrado en sus precursores, los bloques de construcción más pequeños que el cuerpo utiliza para producir su propio NAD+. Los dos más estudiados son:
- Nicotinamida Ribósido (NR)
- Nicotinamida Mononucleótido (NMN)
Estas moléculas representan vías más directas y eficientes para aumentar los niveles de NAD+ que las formas más antiguas de vitamina B3, como la niacina o la niacinamida.
Conclusión
El NAD+ es mucho más que otra molécula: es una moneda esencial de la vida celular, íntimamente ligada al proceso de envejecimiento. Su descenso representa una vulnerabilidad clave, pero también una gran oportunidad de intervención. Al apoyar sus niveles de NAD+ mediante elecciones de vida inteligentes y una suplementación adecuada, proporciona a sus células los recursos esenciales para mantener su energía, resiliencia y vitalidad a lo largo del tiempo.

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